Las listas negras de la que habla este periodista del GRUPO NACIÓN
adiestrado por la CIA, fueron implementadas por el gobierno PRO de MACRI. Bien lo sufrieron los periodistas de 678,
Roberto Navarro y Víctor Hugo Morales por mencionar solo los más notables.
Además la nota crea la ilusión falsa,
de una objetividad, e incorruptibilidad de parte de los emisores de estos
mensajes, pues ellos no se reconocen a sí mismos como los integrantes de un
APARATO de PROPAGANDA, cuyo propósito y
objetivo es sostener un modelo ECONÓMICO, POLÍTICO y SOCIAL que básicamente
coincide con todos los lineamientos del MODELO NEOLIBERAL, (No necesariamente
sostienen a un partido político o candidato eso es contingente) diseñado por el Departamento de Estado
(Ministerio del Exterior) de los EEUU, de su embajada en nuestro país y de la
CIA.
LA SECTA y APARATO PRIVADO de PROPAGANDA son el multimedios CLARÍN-NACIÓN, ellos ENCUMBRARON A MACRI en el PODER.
‘‘Debemos agredirlos y destruir el monopolio
mediático. Con leyes y con organismos de seguridad que respondan al modelo
nacional popular y solidario no hacerlo será un gran error.’’
Debemos neutralizar a como de lugar este
reducto de bandidos a sueldo de la CIA que es el grupo CLARÍN-NACIÓN. Ellos no
desean el cierre de la grieta ni el bienestar de los argentinos. Su misión es
bien clara y no cejan en su intento de conspirar con cualquier pretexto y
motivo, lo hicieron durante los 12 años Kirchnerista ejerciendo lo que yo llamo
la DICTADURA de la CALUMNIA. Los compañeros de 678 lo develaron con precisión
ya hace mucho. No será capitulando con HÉCTOR MAGNETO y mostrando buena voluntad conciliadora como
hace ALBERTO FERNÁNDEZ como se arreglan las cosas. Los gánster del periodismo
como los Leuco Santoro y MAGNETO lo
consideran debilidad. Si el gobierno de Alberto no se planta ante ellos y exige
a la embajada de EEUU que deje de operar con la insolente injerencia con que lo
hacen, además de poner a la militancia piquetera y Kirchnerista en las calles
para demostrar fuerza de movilización, entonces todo estará perdido. No
podremos reconstruir la Argentina con un pulpito mediático que machaconamente
envenena la mente de la gente con calumnias y falsedades. Debemos agredirlos y
destruir el monopolio mediático. Con leyes y con organismos de seguridad que
respondan al modelo nacional popular y solidario no hacerlo será un gran
error.
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